Sobre el matutino tránsito de calles grises, mirada altiva sobre los peldaños,
olor a limpio en los amaneceres, ojos abiertos, cándidos, suspicaces.
Dónde fueron a parar los pies cansados? dónde la imaginación se cuela indómita?
sobre una micro la comadre atraviesa las cuadras que la conducen al cotidiano, al pedazo de espacio que le corresponde, allá, dónde los ojos del sol brillan más...
Me pregunto, cuando la micro de siempre te llevará al parque azul? tropezando con las piedras para alcanzar un espacio, la blusa blanca planchada y apretada se adapta a los movimientos rudos del viaje, y la mirada fija en algún sueño transitorio, de libertad, o de dignidad, o de algo....
Y el regreso, el olor de la ciudad que se duerme, envuelve las palabras enloquecidas que circulan por un estrecho espacio de la mente. El mundo permanece pegado a un timbre escurridizo, mientras despiertas, y te vuelves a ensoñar con un sabor a dulce o el olor del pan...
Y sigue la micro su curso...
miércoles, 23 de octubre de 2013
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